LA INVERSIÓN EN BONOS VERDES CRECE EN AMÉRICA LATINA

Cada día, son más compañías las que se ven empujadas a adoptar los criterios ESG para reducir su impacto social y la huella de carbono que producen en el mundo. El cambio climático y la presión de sus grupos de interés animan a muchas a sumarse a las inversiones verdes.

La tendencia ya es norma según el reporte de Climate Bond Initiative (CBI) para el año 2021, revelando que para este año se destinaron 1.1 billones de dólares en bonos verdes y vinculados a la sostenibilidad y transición energética.

América Latina no se ha quedado atrás, pues de acuerdo al “Estado del mercado de finanzas sostenibles 2021” del BID, el año pasado se registraron aportes por 13.2 mil millones de dólares en más de 13 países de la región para esta clase de proyectos.

La mayoría ha entendido que llegó el momento de generar resultados, y los mercados internacionales son la vía para lograrlo mediante herramientas financieras como las inversiones verdes que ayudan a cuidar el planeta y dan una mejor rentabilidad a largo plazo.

Gustavo Castagnino, director de Asuntos Corporativos para Genneia lo explica así:“las compañías, sin importar su tamaño, deben tener una ruta para cumplir los estándares del ESG. De lo contrario, tendrán serios riesgos de no acceder a financiamiento en el futuro”.